La originalidad del texto de Rosario es que además de «volver» a Marx, para captar de nuevo las aristas de nuestro presente conjugadas en el orden reinante del Capital, se vale también de las tesis de Agamben sobre el Estado de Excepción en su nueva modalidad histórica, a saber: sin golpe de estado ni estados totalitarios históricos. Rosario piensa al Soberano actual desde la lógica del Discurso Capitalista esbozada por Jacques Lacan y tomando forma histórica en un «Estado de excepción financiero» que además, como Rosario insiste, debe ser pensado en sus efectos subjetivos. Por tanto, se trata de redefinir la Democracia, el Estado, el sujeto, lo social, etc., a partir del mundo en que estamos arrojados y del que debemos hacernos cargo, si aún se mantiene la apuesta ético-política de que el sujeto no sea un mero soporte de la gestión neoliberal. Si el lector quiere pensar a partir de qué nuevas estrategias, paradigmas, dispositivos, el poder del Capital sabe encontrarse con la lógica que le da su sostén, este libro es crucial. Ahora que Europa dejó de ser solo el lugar de la contemplación de su propia historia y vuelve a ser llamada a una nueva batalla ética y política.
Jorge Alemán