Rudyard Kipling nació en Bombay el 30 de diciembre de 1865 y fue hijo de John Lockwood Kipling, artista y profesor de escultura arquitectónica, y de su esposa Alice, una de las talentosas hermanas Macdonald. Los primeros años del joven Rudyard en Bombay fueron enormemente felices, pero cuando tenía cinco años lo enviaron a Inglaterra para quedarse con una familia de acogida en Southsea, donde se sentía infeliz. Esta experiencia daría color a algunos de sus escritos posteriores.

Con doce años fue al internado United Services College en Westward Ho!, cerca de Bideford, donde el director, Cormell Price, fomentó su capacidad literaria. Stalky y Cía., obra basada en aquellos días escolares, ha sido tenido una gran acogida durante generaciones de alumnos.

En 1882, cuando tenía dieciséis años, fue a Lahore, donde vivían sus padres, para trabajar en el diario Civil and Military Gazette y más tarde en otro periódico, The Pioneer, en Allahabad. En su limitado tiempo libre escribió muchos poemas e historias notables que se publicaron junto con sus reportajes. Estos se acabaron reuniendo y publicando posteriormente en libros que le dieron una fama temprana.

Al regresar a Inglaterra en 1889, Kipling obtuvo un éxito inmediato con Barrack-Room Ballads [Baladas del barracón], a las que siguieron algunas otras historias cortas brillantes. En 1892 se casó con Carrie Balestier, hermana de un amigo y colaborador literario estadounidense, Wolcott Balestier.

Después de haber viajado por el mundo regresó con Carrie a la casa de su familia en Brattleboro, en Vermont (EE. UU.), con el objetivo de establecerse allí. Fue precisamente en Brattleboro, en el corazón de Nueva Inglaterra, donde escribió Capitanes intrépidos y El libro de la selva y donde nacieron sus dos primeros hijos, Josephine y Elsie.

Una pelea con el cuñado de Rudyard llevó a los Kipling de vuelta a Inglaterra en 1896, y al año siguiente se trasladaron a Rottingdean, en Sussex, condado que él adoptó como suyo. Su hijo John nació en North End House y pronto se mudaron a The Elms.

Tuvieron una vida plena y feliz hasta que, trágicamente, Josephine murió mientras la familia estaba de visita en Estados Unidos a principios de 1899. A esas alturas, Kipling, autor laureado y considerado el poeta del Imperio, produjo algunos de sus poemas e historias más memorables, como Kim, Stalky y Cía. y Los cuentos de así fue.

La vida no volvió a ser la misma después de la muerte de Josephine, y al vivir tan cerca de Brighton, Kipling se convirtió en una atracción turística. Por ello, en 1902 decidió recluirse en una hermosa casa del siglo xviii llamada Bateman’s, cerca de Sussex, donde pasó los años que le quedaban. Allí escribió Puck de la colina de Pook y Rewards and Faeries [Hadas y recompensas], libro que incluía el poema «Si…», junto con otros conocidos volúmenes de cuentos. Su poema «The Absent-Minded Beggar» [«El mendigo distraído»] recaudó grandes sumas de dinero en beneficio de los soldados británicos en la guerra de los Bóeres. Kipling escribió además para el periódico del Ejército en Sudáfrica, redescubriendo las rutinas familiares del periodismo, y pasó muchos inviernos después de aquello en una casa cerca de Ciudad del Cabo.

Kipling previó la Primera Guerra Mundial y trató de alertar a la nación sobre la necesidad de prepararse. Los Kipling, además, sufrieron una segunda pérdida en 1915 con la muerte de su hijo John, de 18 años, en la batalla de Loos. Aun así, Rudyard continuó escribiendo y, de hecho, algunas de sus historias de la posguerra (por ejemplo, las de Débitos y Créditos) se consideran de las mejores.

También estuvo muy involucrado en el trabajo de la Comisión Imperial de Tumbas de Guerra y el rey Jorge V se convirtió en amigo íntimo. Los Kipling viajaron mucho, y en enero de 1936, al comienzo de una de sus visitas, Rudyard murió, apenas tres días antes que su rey.

Kipling llegó a declinar varias veces la mayoría de los muchos honores que le habían sido ofrecidos, como un título de caballero, el premio nacional de poesía Poet Laureat y la Orden del Mérito del Reino Unido, si bien en 1907 aceptó el Premio Nobel de Literatura.

Cada vez son más las personas que aprecian su dominio de la poesía y la prosa, así como la gran variedad de su obra. En 1935, el año de su muerte, escribió Algo de mí mismo una autobiografía que se publicó de manera póstuma.

Fuente: Rudyard Kipling Society

Traducción: Ignacio Pérez Cerón