Retraducir: Una nueva mirada
La retraducción de textos literarios y audiovisuales y la nueva mirada que los reinterpreta es el objeto de este Retraducir, el volumen colectivo que han coordinado Juan Jesús Zaro y Francisco Ruiz Noguera y que publica en Málaga Miguel Gómez Ediciones. Organizado en tres partes, la primera de ellas es una introducción teórica que fija el concepto de retraducción como la nueva versión de un texto ya traducido y aborda su importancia en la literatura contemporánea y su repercusión en las producciones audiovisuales.
Son múltiples las razones que explican por qué se retraducen los textos de una lengua extranjera: el envejecimiento —no sólo estilístico— de las traducciones, la relectura, la revalorización de una obra, su actualización o la proyección de la poética del traductor sobre lo traducido.
Las dos secciones restantes plantean en sus distintos capítulos ejemplos concretos e ilustrativos de traducciones literarias y audiovisuales.
La parte central, la más amplia como es lógico, tiene como eje de referencia la retraducción de textos literarios, desde el Nuevo Testamento a El cementerio marino, desde Safo a Emily Dickinson o Rimbaud, sin que falten capítulos que abordan otros ejemplos de textos narrativos o teatrales.
Y finalmente una tercera parte no menos interesante en la que se analiza la retraducción visual de algunos textos literarios llevados al cine: la proyección de King Lear sobre la sociedad feudal japonesa que hizo Kurosawa en Ran, las adaptaciones de El corazón de las tinieblas en películas como El corazón del bosque o Apocalipse Now, las múltiples retraducciones de Mansfield Park de Jane Austen.
Y entre esos artículos, tres que merecen un subrayado especial: el excelente estudio de Aurora Luque sobre las traducciones de Safo; el análisis que hace Mercedes Enríquez sobre la fijación de un canon poético del Romanticismo inglés a través de las retraducciones en antologías, y el texto de Francisco Ruiz Noguera sobre la poética propia como impulso de la retraducción con el ejemplo de El cementerio marino de Valèry y sus traductores al español, desde Jorge Guillén, el primero, hasta Agustín García Calvo, el más reciente.
Resultado de un proceso de relectura y de una actualización, las reflexiones sobre la traducción y la retraducción que contienen estos artículos son muchas veces el punto de partida para la iluminación de los textos o para plantearse las siempre problemáticas y fecundas relaciones entre cine y literatura, entre lenguaje literario y lenguaje audiovisual.
Santos Domínguez, Encuentros de lecturas