Lacan: Heidegger no es una fórmula que intente plantear, una vez más, la relación entre el psicoanálisis y la filosofía. Tampoco indaga los posibles fundamentos comunes, dado que ambos autores muestran a medida que avanza su proyecto una apreciable vocación desfundamentadora. Ni siquiera se trata de presentar la mera influencia de uno sobre otro.
Aunque pueda resultar inadmisible desde el punto de vista de la tradición filosófica que suele rodear a cualquier pensador, en este libro Lacan es considerado como un lector absolutamente distinto de la obra de Heidegger, alguien que sin discutirla ni descifrarla de manera pormenorizada, sin embargo presenta la escritura y la topología de la experiencia psicoanalítica de un modo tal que hace posible decir que el psicoanálisis fue para el pensador alemán un presentimiento denegado.